lunes, 28 de septiembre de 2009

"Huele a Nuevo"


Otoño del dosmil nueve. Algo está cambiando, algo o muchas cosas. Por fin se acerca la Libertad. A la vuelta de la esquina me espera un nuevo curso. Un curso repetido del que, como guerrillero, ya tengo un conocimiento, asegurándome el éxito. Tengo ganas de luchar, ¿no es verdad que en épocas sin guerra los hombres belicosos se la hacen así mismos? Esta es mi oportunidad, y venceré.

Mañana de sol, de gentes, de risas sobre el pavimento sepultado por la hojarasca. Algo empieza. Huele a nuevo. Sonrisas de papel recién pintadas en el metro y nerviosismo en los pasillos. Estamos a punto de comenzar una aventura con personajes, en parte desconocidos, que me acompañarán durante este viaje anual. ¿Vas a ser el primero en incorporarte a la escena?

Atrás solo quedan los cadáveres fríos, sin vida ni color, de gente que pudo ser y no fue, de oportunidades sin explotar, puertas sin abrir y ventanas por las que escapar. Personajes con papeles secundarios que han sentenciado su final. Para ellos tengo un mensaje: no me gusta perder el tiempo, meteos vuestra hipocresía por el culo y cuidado con los desgarros, sobretodo algunos.

Los que continuáis a mi lado, sabéis que os quiero, que os cuido y que estaré más que encantado de teneos siempre cerca, sois honestos y sencillos y eso vale muchísimo. Las luces de esta sociedad del espectáculo nos van a iluminar con fuerza. Va a ser una luz limpia y clara, de exposición lenta y grandes resultados, sobre un fondo magistralmente blanco, como la que ilumina a tantos en los retratos de Avedon.

Ya tengo zapatos nuevos para esta aventura, y Dios, si es que existe, bien sabe que les voy a dar uso. Lo siento por los que se hayan alimentado de esta época oscura en la que he cedido espacio a mis pensamientos y a sus comentarios, pero ya estoy aquí de nuevo con la misma fuerza y más técnica.

Impaciente:

Valero

martes, 8 de septiembre de 2009

"Desde mis pensamientos"


Está bien plantearnos qué hacemos con nuestra vida. Si estamos disfrutando, aprovechando este precioso tiempo en que, por contacto diario con quienes nos rodean, sacamos el diamante cristalizado del interior de nuestros cuerpos carbónicos. En ese caso, ¡enhorabuena!

Si por el contrario nos damos cuenta de que debemos cambiar algo, trabajando encontramos la forma en la que nos sentiremos más autorrealizados, mas llenos, mas plenos y más felices. Un cambio de dirección en la talla del espíritu que cada uno, como maestro joyero, debe escoger. Es una medida sana y valiente a tomar cada cierto tiempo. Todos nos podemos equivocar.

Supongo que como todo lo que requiere un esfuerzo, es mas fácil evadirse: pensar menos y producir más, sentir menos y gastar más. Aun así merece la pena luchar. A la larga si no, perderemos nuestro brillo natural, uniéndonos a ese conjunto de personas que nos miran con rostros macilentos desde la falta de ilusión.

Quizá no sólo en lo que hacemos cada día al levantarnos (que siempre suele ser lo más rápido e inmediato a plantearnos) sino en cómo lo hacemos, esté la clave del verdadero "Vivir con intensidad". La actitud es importante. Os animo a disfrutar más cada momento, a sacarle toda su textura y en definitiva, a amar hondo. Desde mis pensamientos:

Valero


miércoles, 12 de agosto de 2009

"Somos dos buenos actores, alguno incluso profesional"


Un día de verano, que pretendía ser como otro cualquiera, te encuentro esperando en la estación mas maldita y cargada de recuerdos que conozco. Existe una tensión, fruto de la música de tu mp3 que me anuncia:

- ¿Ya pensabas que no llegaría? 
- No, es solo que estoy más acostumbrado a que me esperen que a esperar.
- Todo eso acaba de cambiar.
- ¿Acaso voy a empezar a ser puntual?

Ya hemos superado el nerviosismo inicial. Sabemos representar nuestro papel (al fin y al cabo, somos dos buenos actores, alguno incluso profesional). Más adelante encontramos momentos para la sinceridad. 

Desde entonces, y a pesar de mis viajes, siempre te he recordado. Por fin estás aquí, pero con la misma velocidad que llegaste, tienes que volver. Este tiempo ha servido para seguir conociéndonos. Han sido días intensos y positivos. Supongo que tu dulzura a la hora de hablar, como muchas otras cosas, ha ayudado. Me encantaría saber que he conseguido reflejarte todo lo que me transmites.

Aunque han pasado menos de tres horas desde que sentía como me abrazabas antes de coger el tren, ya te echo de menos. Vuelta a la realidad. Ahora toca centrarse y estudiar como hemos acordado. Todos llevamos nuestra maleta repleta de cosas, ójala tu además hayas vuelto con el corazón lleno de sentimientos, pues aquí dejas parte de la motivación que me anima a seguir con todos mis proyectos. Gracias:

A. V. G.


domingo, 7 de junio de 2009

Quema número 1


Hubo un tiempo donde era importante ser popular. Que la gente conociera tu cara, o que se acercaran a saludarte en una fiesta repleta de gente era todo un halago. 

Poco a poco esa carga se iba haciendo mas pesada: los zapatos mas brillantes, los pantalones mas estrechos, las colonias mas caras... A la vez; la sonrisa mas tensa, menos sincera y mas seductora; la mirada mas firme y aguda, el tono mas calculado. Ni todas las copas a las que te invitaban, ni todos los placeres escondidos tras esas copas compensaban el esfuerzo.

Llego un día en que era del todo insufrible, insostenible. Tenia que llegar y lo hizo. La barrera de la imagen se iba agrietando como una presa desbordada de superficialidades, a punto de estallar. A esa imagen le acompañaba ahora un calificativo de lo mas felino (que ya superaba todas mis expectativas) detonante final. Decidí dejarlo.

Hoy me observo, sentado ante mi imagen al desnudo, sin aditivos ni conservantes. No me veo tan mal. De hecho me veo bien, quizá mucho mejor (o al menos eso quiero pensar). Bajo esa capa se encuentra algo aún mas interesante. Todavía siento el dolor del yelmo de guerra marcado en mi carne, pero espero que las heridas cicatricen. 

Quema nº 1 de "La hoguera de las vanidades".

vanidad:

(Del lat. vanĭtas, -ātis).

1f. Cualidad de vano1.

2. f. Arrogancia, presunción, envanecimiento.

3. f. Caducidad de las cosas de este mundo.

4. f. Palabra inútil o vana e insustancial.

5. f. Vana representación, ilusión o ficción de la fantasía.


sábado, 6 de junio de 2009

Fue como un beso de andén;


Espontáneo al principio pero mas bien inhibido en la continuación. Han pasado ya muchas cosas entre nosotros. 

Tu siempre has sido un poco reticente a ciertas cosas, a otras no tanto (con lo poco que te cuesta consumir...). Llego a mi casa. A mi cama. La encuentro vacía. Esta noche no ha habido caza.

Abro la ventana y me tomo un vodka mirando las luces de madrugada. Estoy a pecho descubierto y noto el frescor de un día lluvioso de verano. El letrero de Volskwagen vuelve a dar otra vuelta con su rutilante sonido, como si del gruñido de la soledad se tratara. 

Es una pena, pero si, mi amor no es incondicional, una cosa es tener paciencia, otra ser un imbécil. Ya no dejo pasar mas ocasiones, porque tu y yo sabemos que por veintenas las he perdido en estos 2 meses.

Déjame en paz. No me llames. No me hables. No me llores ni me mandes cartas. Esto ha tocado su fin.

Valero

martes, 26 de mayo de 2009

Una nueva amistad


La primera vez que llegué a tu despacho todo era oscuro, frío. Esta sensación cambiaba conforme avanzaba a lo largo del pasillo. Ya antes de atravesar tu puerta se intuía un hilo de luz, de virtud.

Yo me hallaba sumido en un nihilismo persistente y cansino. Las purificaciones del alma son buenas, pero hay que tener cuidado de que no resbale "la esencia" por el sumidero infinito de las ideas (incluso Nietszche lo sabía). Fui a pedir consejo, orientación, ánimo o no se el qué. Sentía toda mi energía concentrada en un punto, "a punto" de estallar. 

Algo vi en ti al poco de que subieses a la tarima que me situaba ante el brillante pomo. No se exactamente que fue. Quizá tu claridad en las explicaciones, tal vez las palabras que cruzabas antes y después de cada clase; yo creo que algo mas sutil. 

Respiré hondo. Llamé. Pasé. 

Desde entonces, lo que se inició como un acto de valentía, se ha convertido casi en una costumbre, una visita diaria. Un hábito estimulante donde cada entrevista aprendo algo más ("a subir bajando", "a darme cuenta de que un hombre lleno sólo de si mismo está vacío", "a eliminar clichés"...), en definitiva, a crecer como persona. 

Hay cosas que trascienden el mundo de las palabras, incluso el de las ideas. El sentimiento de gratitud es algo que no se expresa del todo nunca. En cualquier caso, gracias.

Por último, asegurarte que siempre podrás contar conmigo, pues me voy a permitir el lujo de considerarte una nueva amistad. Un abrazo:

Valero

Dejarse llevar


Siempre había pensado que todo se podía medir, contar, pesar, ... sin embargo, me he dado cuenta de que no todo se basa en formulismos. Hay cosas sinceras, llenas de encanto y "simplejidad", elementos que guardan una magia mas antigua que el hombre y mas actual que la última de las noticias;  arriesgados, llenos de emociones y sobretodo de miedo.

El miedo: esa sensación ante lo desconocido. Ser hoy en día un aventurero resulta caro. La aventura implica un descubrimiento, una experimentación que se hace casi imposible en este mundo creado por y para el consumo. Ser pionero en algo en un mundo "globalizado" significa ser un creador, un artista de los sentimientos, un visionario de las experiencias que paga el billete del miedo hacia un lugar desconocido. No siempre estamos dispuestos a satisfacer tan costoso billete.

En cualquier caso, yo si estoy dispuesto a arriesgar apostando por ti. Espero que me disculpes, y que veas que solo he querido hacer un pequeño alto en el camino, un descanso emocional que me permita disfrutar contigo sin la ebriedad sentimental que estaba. Tenia que superar esa sensación de ingravidez ante el precipicio del "dejarse llevar", pues uno de esos miedos es a  darlo todo por alguien. Necesitaba darme cuenta de que un hombre lleno sólo de si mismo, es un hombre vacío. Tu decides:

Valero

domingo, 24 de mayo de 2009

El reloj de arena

Siete y media de la mañana; hielo en los cristales; hilo de luz en el horizonte, preludio de un día luminoso pero gélido. Abro mi cuaderno de notas, cojo el bolígrafo, e iluminado tenuemente por los tungstenos me dispongo a escribir una confesión, no se de qué.

Miro alrededor y encuentro algo que siempre está ahí, los recuerdos: unas fotos, algún texto... cosas materiales o inmateriales, esqueletos de historias que fueron, que son, que formarán parte de otras que aún se están tejiendo y serán, testigos que clavan sus miradas en mi nuca.

Todo lo nuevo tiene un lacado especial, un atractivo brillo, un perfume característico a plástico recién desembalado que al poco se van, quedando la esencia de lo que realmente es.

Estos olores se van mezclando para dar lugar al recuerdo y pasar a formar parte de nuevos ítems de mi colección particular, iluminados por la lamparita de mi mesilla.

Sin embargo, hay cosas que parecen albergar la magia, el misterio, algo especial que provoca que cada vez que se gira la cabeza, plantando cara, enfrentándote al pasado; hacen que tu pupila se centre en ello y se dilate, que tu cerebro recuerde el primer instante, el perfume a no gastado, y piensas: "ojala pudiese dar un giro, una vuelta al reloj de arena, que me volviese a poner en el momento de desembalaje, con la sonrisa en la boca y la ilusión cargada".

Siempre quedará ese olor en mi memoria, siempre permanecerá tu aroma en mi cuello, tu sonrisa en mi mirada.

Valero

sábado, 23 de mayo de 2009

Querido ego:


Después de mucho cavilar he llegado a la conclusión de que debemos darnos un tiempo. 

Está claro que siempre hemos sido inseparables, hasta el punto de tener que reservar mesa para dos cuando cenábamos juntos. Me ha encantado compartir contigo tantos momentos, llenos de independencia, sonrisas gratuitas... 

Si bien, esto ha supuesto un consumo enormemente importante para nuestras economías en crisis, duplicando nuestros gastos; y he decidido cortar por lo sano. Sé que este va a ser un paso duro para ambos. En cualquier caso, esto no es una ruptura definitiva. Yo siempre estaré ahí cuando tu lo necesites, y espero que tu también lo estés.

Siento que todo haya sido tan rápido y repentino, pero era algo que desde hace tiempo quería decirte. Esperando que me comprendas y no me guardes rencor, un beso:

Valero

miércoles, 13 de mayo de 2009

Miércoles 13


Ayer fue un dia de fracaso. Es una sensación que hacía tiempo que no experimentaba. Ha sido duro el redescubrir ese tipo de sentimiento. Al menos me queda el pensar que es un fracaso bien merecido, pues cuando uno no hace nada por algo, y lo consigue... acaba cayendo más tarde o más temprano sobre la conciencia (maldita conciencia, tengo que seguir entrenándome en su soborno); y lo que es peor, acaba sin dar sentido a las cosas.

Por otro lado, tras un fracaso dentro de un campo de éxitos, uno se plantea cuál es el mejor camino. El de la lucha contínua, el esfuerzo, el tesón, la templanza y la virtud; o el rápido y fácil pero insípido. Aún estoy decidiendo...

Sólo me queda pensar en una frase "Aprender a subir bajando". Suerte a todos:

Valero

lunes, 11 de mayo de 2009

Lunes


Lunes, una semana nueva comienza. Este finde que ya quedó atrás sirvió para aclarar cosas y romper esquemas. Al fin todo está cerrado, o al menos semicerrado (pues siempre conviene dejar un espacio para la improvisación). 

Cada día que pasa encuentro algo nuevo, la mayoría de las veces bueno, en tí. Eso me gusta. Es importante ir descubriendo partes de un todo que nos compone. "Yo creo que el individuo no es un plano, es un poliedro; naturalmente según incida en una cara, en un vértice o en una arista de este poliedro, el arco que refleja es válido, complejísimo; y de un color o varios colores; si bien no es menos cierto que existe un denominador común" como dice Cela. Y en este caso particular, ese denominador común, que yo voy a llamar esencia, es buena.

Ha sido un lunes algo cansado, o mejor dicho, está siendo (pues todavía no ha terminado, y aún no se si entran en mi menú de esta tarde las clases particulares de matemáticas a una nueva alumna, o el verme una tarde más con mis compañeros de pintura. En cualquier caso, y desde el cansancio que me acompaña después de las más de dos horas diarias de tren, espero aprovecharlas y sacarles todo el jugo, el máximo partido.

Descuento horas, minutos y segundos para que llegue el ecuador de esta semana, y poder compartir contigo algo más de mi espacio.

Besos para todos los que se dejen besar, para el resto, sólo tengo abrazos: 

Valero

viernes, 1 de mayo de 2009

Sueños entre el sueño...


9 horas 38 minutos a.m. Suena la indómita señal del microondas que preludia un día abrupto, largo, cansino, repleto de experiencias por explotar, sensaciones quizá apasionantes que me esperan tras esa puerta que miro con recelo al lograr levantar mi cráneo de los cereales de oferta.

Fuera todo está gris. Es un gris neutro, maestro, que ilumina los cuerpos calientes y los deja indefinidos, como un contraluz constante, creando un velo de serenidad sólo interrumpido por el continuo movimiento que se aprecia al arrojar la mirada desde la ventana. Cabezas indefinidas como agujas de alfileres en procesión hacia ningún lado, con precisión suiza y disciplina hormiguilesca.

Realmente esto último ellos no lo saben. A mi me gustaría pensar que no pienso en ello tampoco, no saberlo. Pero quién sabe, lo mismo las preguntas diarias, como el estigma de un torturado por la gota, logra cavar un surco en nuestra mente hasta alcanzar una idea maestra, una llave que abra puertas y ventanas; de la cual hasta el propio Nietzsche se sentiría orgulloso.

Sin más preámbulos, me dispongo a coger ese personaje tan cuidadosamente diseñado en un principio, que ha acabado en obra única y personalista, improvisada a veces pero siempre ávida de pasiones, para añadirme a ese río de gente que llamamos sociedad, con la que "avanzamos". 

¡Hacia la aventura de un nuevo día!