Espontáneo al principio pero mas bien inhibido en la continuación. Han pasado ya muchas cosas entre nosotros.
Tu siempre has sido un poco reticente a ciertas cosas, a otras no tanto (con lo poco que te cuesta consumir...). Llego a mi casa. A mi cama. La encuentro vacía. Esta noche no ha habido caza.
Abro la ventana y me tomo un vodka mirando las luces de madrugada. Estoy a pecho descubierto y noto el frescor de un día lluvioso de verano. El letrero de Volskwagen vuelve a dar otra vuelta con su rutilante sonido, como si del gruñido de la soledad se tratara.
Es una pena, pero si, mi amor no es incondicional, una cosa es tener paciencia, otra ser un imbécil. Ya no dejo pasar mas ocasiones, porque tu y yo sabemos que por veintenas las he perdido en estos 2 meses.
Déjame en paz. No me llames. No me hables. No me llores ni me mandes cartas. Esto ha tocado su fin.
Valero
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