Es difícil compartir. Primero tienes que estar completo solo, para tener algo que ofrecer. Luego tienes que encontrar a otra persona que esté de la misma manera, completa, sola, y que te ofrezca algo que te beneficie sin tener que llegar a necesitarlo. Es un juego, una balanza que oscila cada día, en cada beso y en cada palabra.
El trabajo tiene un papel importante, pero no debe ser vital. Las personas son quienes te acompañan día a día en tu entorno, lo realmente importante. Si la otra persona viaja, tu viajas con ella; si tu caminas, alguien caminará a tu lado. Problemas surgen mucha veces, como cuando uno decide tomar una dirección, inclina la balanza y fuerza al otro no sólo a acompañarle, sino a volver a equilibrarla.
La gente es egoísta, nadie deja mucho por los demás. El amor no se valora. Los que lo hacen a menudo son tratados como gente sin importancia y cuando faltan es cuando empiezas a darte cuenta de muchas cosas. Ojalá me equivoque.
Frases como "cuando empezamos, ya sabías de qué iba esto" son una farsa de principio a fin, una excusa sintáctica. Cuando se comienza algo, es con la idea de embarcarse en una aventura, de descubrir cosas juntos y compartirlas. Si supiésemos de que va "esto", es muy probable que la mayoría de las veces no se inicie nada, y si se hace sea con la esperanza de que algo cambie.
El egoísmo es lo contrario del amor. El respeto por el resto y por uno mismo es importante. Quierete:
Valero